aveces...
y de su boca,
rodaron, hasta su menton,
para terminar por mis zapatillas
cinco besos de cristal...
redondos y brillantes...
y su mirada desapareció.
En el vacio,
parecian estar todos sus palabras.
No me senti cómoda,
me lamenté..
haber confesado eso.
Pero creo que va siendo
hora de que entiendas...
cuales son mis motivos.
Las estrellas solo brillan
una sola vez...
pueden durar mucho...
aveces nunca vez su final...
otras te cegas voluntariamente.
Quise recoger mis besos
regalados...
pero al ser de cristal,
eran frágiles..
olvide como,
de un momento a otro
terminaron en pedazos...
al igual que muchos...
de mis sentimientos...
Guardo los restos de cristal
en una caja bajo mi cama...
esperando..
al verdadero,
cristalero del cuento.
Lo lamento..
